John Rigau es vicepresidente y General Counsel de PEPSICO Western Europe y presidente de la Asociación Española de Bebidas Refrescantes. Es miembro del Patronato de la Fundació Privada Universitària EADA desde 2017.
¿Cómo visualiza el contexto actual de la crisis a nivel empresarial?
La crisis generada por el COVID será mucho más compleja que la crisis financiera del 2008 y el colapso de la burbuja puntocom de 2001. La incertidumbre generada por la pandemia, su evolución y el impacto global escalonado hacen que esta crisis sea más difícil de gestionar y predecir sus consecuencias. Además, la paralización económica repentina y la hibernación de la economía está castigando a multitud de sectores que deberán reinventarse y/o restructurarse para sobrevivir. Sectores como el turismo, la hostelería, ocio y comercio tardarán muchos meses en remontar y se verán sometidos a fuertes presiones financieras. Otros sectores como el comercio online, tecnología y salud pueden verse fortalecidos. En cualquier caso, se deberán adoptar soluciones innovadoras y creativas y sacar lo mejor del talento de cada una de las organizaciones en estos momentos extraordinarios.
¿Cómo intuye el contexto posterior a la crisis en la misma óptica?
Predecir cómo será el mundo post-COVID es difícil ya que estamos ante un evento desconocido y de impacto global del que no tenemos precedentes en la historia moderna. Por el momento, la crisis ha demostrado que el mundo esta interconectado y que la recuperación pasará por la confianza de las personas. Pero además el futuro conllevará cambios en el escenario geopolítico y las relaciones internacionales, así como replanteamientos sobre organismos supranacionales como la ONU, FMI o OMS, así como una hiper regulación que en casos determinados conllevará un recorte de libertades. En el ámbito social, aun cuando se levanten las restricciones de movimiento y volvamos a la “normalidad”, tardaremos en volver a los comportamientos anteriores a la crisis, así como en los hábitos de consumo previos. La digitalización y teletrabajo que ya estaban en el horizonte se habrán acelerado de forma sustancial y nos afectarán en la forma de organizarnos. Temas como los espacios en las oficinas, los viajes de negocios y la eficiencia de las reuniones se verán afectados. Otro punto más trascendental, es la visión de la vida en general. En unos momentos que soñábamos con la inmortalidad nos damos cuenta de la fragilidad y vulnerabilidad del ser humano.
¿Qué papel juega el liderazgo en la realidad actual?
Es muy importante que los líderes sean capaces de transmitir confianza, visión y comunicación clara y transparente. En estos momentos deben ser capaces de cumplir con el concepto anglosajón de “take others with you” ya que las organizaciones necesitan, más que nunca, compromiso, colaboración y capacidad integral de acción. Todo ello, con una actitud realista y positiva. Creo que los líderes humildes y no arrogantes serán los más valorados y los mejor capacitados para solucionar la crisis. Ello implica que deberán buscar consejo, reconocer errores y ser sinceros a la vez que estratégicos y visionarios.
¿Qué es necesario, más que nunca, en las empresas y / o en los líderes empresariales?
En estos periodos de crisis, una de las claves del liderazgo está en la comunicación. La comunicación, incluso en exceso, será clave para que la organización pueda ejecutar los planes y saber qué hacer, cómo hacerlo y evitar bloqueos y disrupciones organizativas. Los planes de negocio deberán compartirse y llegar a todos los niveles organizativos, simplificando su complejidad en función de las audiencias, para hacer a todos partícipes de los mismos. Cuanto más claras sean las reglas de juego y los objetivos, mayores serán los resultados. Será positivo establecer medidas accesibles y orientadas a resultados con el convencimiento de que éstas podrán ser susceptibles de modificarse en el entorno volátil e incierto en que vivimos. Todos los canales de comunicación abiertos, tipo reuniones virtuales con el equipo directivo, “webinars”, “Townhalls”, sesiones de Q&A son necesarias y redundarán en beneficio de las empresas.
¿Qué consejo daría hoy a los directivos y ejecutivos de empresa para encarar la etapa post-COVID-19?
Mi primer consejo sería establecer un plan de retorno a la normalidad con las mayores garantías de salud para los empleados, a la vez que trabajaría en el análisis del impacto en la cuenta de resultados de los próximos 6-12 meses planificando escenarios, definiendo prioridades y modificando inversiones y planes operativos. Asimismo, reforzaría las acciones de responsabilidad social y desarrollo sostenible, involucrando al mayor número de empleados. En estos momentos, el orgullo de trabajar en una organización solidaria y comprometida socialmente revertirá positivamente en la actitud de nuestros empleados, colaboradores y clientes. Un segundo eslabón sería más estratégico y debería enfocarse en reinventar el futuro y analizar las implicaciones de la crisis en la empresa a medio-largo plazo buscando oportunidades. Seguro que el impacto es mayúsculo en el corto plazo en casi todas las empresas, pero la capacidad de reinventarse, ser ágiles y rápidos en tomar posiciones de cara al futuro será clave para salir con éxito de esta crisis.
Como miembro del máximo órgano de gobierno de una institución focalizada en el crecimiento y formación de directivos y directivas, ¿qué mensaje dirigiría a nuestra Comunidad en estos momentos?
Esta crisis la resolverán las personas y para ello se requerirá sacar lo mejor de cada uno de nosotros. En tiempos difíciles tenemos que reforzar nuestro “networking”, aprender a reinventarnos y ganar conocimientos para afrontar nuevos retos, muchos de ellos todavía desconocidos para nosotros. Afrontar el futuro con actitud positiva, flexible y realista será clave para superar las adversidades.
John Rigau is Vice President and General Counsel of PEPSICO Western Europe and President of the Spanish Refreshing Beverages Association. He has been a member of the Board of Trustees of the EADA Private University Foundation since 2017.
How do you view the current context of the crisis at company level?
The crisis caused by COVID-19 will be a lot more complex than the financial crisis in 2008 and the dotcom bubble crash in 2001. The uncertainty generated by the pandemic, its evolution and the gradual global impact has made this crisis more difficult to manage and predict its consequences. The sudden paralysis and subsequent hibernation of the economy are also affecting many sectors which will have to reinvent themselves or restructure to survive. Sectors such as tourism, hospitality, leisure and commerce will take months to get back on track and will be subject to severe financial pressure. Other sectors such as online commerce, technology and health may come out of this crisis stronger. In whichever case, it is important to adopt innovative and creative solutions and get the best out of the talent in each organisation at this extraordinary time.
What do you think this context will look like post-crisis?
It is difficult to predict what the post-COVID 19 world will look like as we are facing an unknown situation with global implications of which we have no precedent in modern history. For the moment, the crisis has demonstrated that the world is interconnected and that recovery will depend on people’s trust. However, in the future there will also be changes to the geopolitical scenario and international relations as well as a reassessment of supranational organisms such as the UN, the IMF or the WHO and hyper-regulation, which in certain cases will lead to the curtailment of freedom. On a societal level, even when the restrictions on movement are lifted and we go back to “normal”, it will take a long time to return to our pre-crisis habits and consumer behaviour. Digitalisation and teleworking, which were already on the horizon, will have increased substantially and will have an impact on the way we organise ourselves. Issues such as office space, business trips and meetings efficiency will also be affected. However, another more important point is how we will view life in general. Before this, we dreamt of immortality but now we have come to realise how fragile and vulnerable human life really is.
What is the current role of leadership?
It is essential that leaders are able to transmit trust and vision as well as being able to communicate clearly and transparently. At times like these, they need to comply with the notion of “take others with you” as organisations need, now more than ever, commitment, collaboration and integral capacity for action and all of this, combined with a realistic and positive attitude. I think it will be the leaders who are humble and modest who will be valued the most and will be the most equipped to deal with the crisis. This will involve them asking for advice, recognising mistakes and being honest, strategic and visionary at the same time.
What is required, especially now, of companies and/or business leaders?
In these times of crisis, one of the keys to leadership lies in communication. Communication, even in excess, will be vital for an organisation to execute its plans and know what to do, how to do it and avoid obstacles and organisational disruptions. Business plans need to be shared with all levels of an organisation, their complexity simplified in accordance with the audience, so that everyone feels involved. The clearer the rules and objectives of the game, the better the results will be. It would be positive to establish accessible measures which are results- oriented with the conviction that these measures may change in the volatile and uncertain environment we live in. All communication channels should be made available: virtual meetings with the management team, webinars, townhalls, Q&A sessions are all necessary and will be of benefit to companies.
What advice would you give company managers and executives for the post-COVID-19 era?
My first piece of advice would be to establish a “back to normal” plan with greater health safeguards for employees. At the same time, I would work on the impact assessment of the income statement for the following 6-12 months, plan scenarios, define priorities and modify investments and operations plans. I would also reinforce CSR and sustainable development actions by involving the maximum number of employees. There is current pride in working for a company which demonstrates solidarity and social commitment and this will have a positive effect on the attitudes of employees, collaborators and customers. The next step would be more strategic and would focus on reinventing the future and analysing the implications of the crisis in the company in the medium to long-term by looking for opportunities. I am sure that the major impact will only be felt in the short-term in almost all companies. However, the ability to reinvent oneself, to show agility and speed in adopting a position with the future in mind will be vital to successfully negotiate this crisis.
As a member of the Board of Trustees of an institution which focuses on management development and training, what would you say to our Community at this time?
It will be people who solve this crisis and to do this we need to become the best version of ourselves. In difficult times, we need to strengthen our network, learn to reinvent ourselves and acquire knowledge to be able to face new challenges, many of those still unknown to us. Confronting the future with a positive attitude, flexibility and realism will be the keys to overcoming adversity.
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